viernes, 22 de agosto de 2014

Una sabrosa y divertida receta

No sé muy bien el motivo, pero la creencia de la mayoría de los humanos es que a los dragones son gustan unas cosas muy raras para comer como la carne cruda y sanguinolenta, los ojos de tritón en salmuera, o los rabos de lagartija picantes. Pero nada más lejos.A los dragones nos gusta la buena cocina, los alimentos aliñados en su punto y elaborados con mino y paciencia. Cuidamos mucho nuestra dieta, tenemos una cierta tendencia a engordar y los kilos de más no son muy buenos para volar. Por ello planificamos nuestros menús semanales e incluimos frutas y verduras cada día. Pero no os voy a engañar, de vez en cuando nos permitimos un capricho, nos encantan los dulces, a mí sobre todo el chocolate en todas sus versiones, bombones, tartas, galletas, lo reconozco, soy un poco glotona.
Me encanta cocinar, pero creo que lo que más me gusta es presentar los platos y convertirlos en cuadros comestibles. El favorito de Marta consiste en preparar un sabroso arroz aderezado con azafrán, formando la cabellera, que distribuida por la parte superior del plato enmarca un rostro redondo y gracioso, que a mi pequeña casi siempre le arranca una carcajada. Dos pequeños huevos de codorniz y unos trocitos de bacón frito equivalen a los ojos y las cejas. Con un trocito de zanahoria por nariz y unos tomates cortados en daditos para los labios y boca, el
dibujo se convierte en una realidad muy sabrosa. En invierno suelo cortar lechuga muy finita y se la coloco alrededor de un cuello invisible para que parezca una bufanda.
Estoy segura que si les contáis a vuestros papás esta receta, os la prepararán un fin de semana. Ya me contaréis, pero puede resultar una comida muy divertida para toda la familia.



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